MARTA ● ●▼

martes, 16 de octubre de 2012

I am the architect of permanent smile on your face.


El miedo a perderte esta al dente, se nota. Soy el arquitecto de sonrísas permanentes en tu boca, solo con mirarte tu mirada me habla y sin articular palabra, pienso como ayudarte, sabes que me vician tus caricias y  sonrísas, que tu manos se desliza por mi cuerpo, me hipnotiza. Sabes que no puedo verte caer una lágrima y ver escrita de forma negativa nuestras páginas. Apresurate y aprésame si soy tu presa que las pausas pesan, pero se aligeran cuando tus labios me besan. Al llevarte a hombros siento llevar todo mi mundo, a mis espaldas.Tu mente tienta a la serpiente de mi boca incitandola a robarte un beso que por ti mi alma flota y siempre estas en mi mente, y tienes entre tus dedos a mi corazón. Escribir es fácil sobre todo si es tu nombre, es donde se esconde el don de este hombre. Tengo un poeta que escribe nuestro futuro, pintando de colores lo que ahora vemos oscuro. Contagias alegrías, solo con tu sonrísa y te miro de reojo solo por si me espias. Sueño con tu cuerpo y provocar su roce, bajo sabanas y nada más, todas las noches. Cantar una canción y que solo tu las escuches, y comerte con nocilla y a dornarte con chuches, tenerte entre mis brazos y que muy fuerte me achuches y llenar toda tu cama con ositos de peluches. Y es que hasta tu ausencia hace acto de presencia, y vayas donde vayas vas dejando tu fragancia. Hay mil besos presos por tu besos, dispersos por tu cuerpo y ardo en deseo de poseerlo, creéme si digo que tu sonrísa vale mucho más que todas lágrimas. Fluyo por tu cuerpo como el viento entre tu pelo, he cometido errores por mis emociones, pero nunca dudes de mis buenas intenciones. Eres el piano que suena y su melodía la alegría que día tras día mata la melancolía, el suspiro que relaja el corazón y el alma, y la cama de una tempestad que nos enjaula. Bajaste del cielo y me llevaste hasta las nubes donde solo tu recuerdo es el único que acude. Me rindo a tus encantos cuando cantas, cuando agachas la mirada y lentamente la levantas. Mi mundo termina cuando se cierran tus parpados y aun que tú te vayas no puedo decirte adiós, cada día le agradezco a Dios y eso que soy ateo, por estar a mi lado, y aun que no este yo te veo. Leo tu mirada como un libro abierto, y el gesto de tus palabras solo avivan mis deseos.